Mi experiencia como integrante del COA Clorofonias en el conteo mundial de aves playeras en 2018

Autor de la nota:

Contribuidora de la nota: Diana B. Raudales. Edición para el blog: Karla Lara. Ambas miembros de la Asociación Hondureña de Ornitología.

Amar nos lleva a proteger, pero ¿cómo amar? y ¿proteger lo que no se conoce?, ¿Cuántas personas conocen las aves playeras?, ¿Qué sabemos de ellas?

De patas largas y plumajes generalmente discretos, pero capaces de realizar las migraciones más extremas, las aves playeras son sencillamente admirables, a su vez, son importantes indicadores biológicos, por estas y más razones se ha declarado el 6 de septiembre como el “Día Mundial de las aves playeras”. Con motivo de esta celebración, la Asociación Hondureña de Ornitología (ASHO) organizó un conteo de aves playeras en Choluteca, del 7 al 9 de septiembre del 2018, donde el COA Clorofonia fue invitado a participar.

Clubes de diferentes regiones se dieron cita en el municipio de Santa Ana el día viernes 7 de septiembre. Nos hospedamos en el hostal “Las Victorias”. Ese mismo día por la noche, nuestros guías y miembros de la ASHO, John van Dort y Roselvy Juárez, ofrecieron una interesante presentación sobre el tema, así como una breve explicación de las actividades de avistamiento para el siguiente día.

Despertamos el sábado a la madrugada, y nos esperaba una larga jornada. Partimos rumbo a la Reserva El Jicarito, en Choluteca. Empezamos nuestros avistamientos desde mucho antes de siquiera llegar a nuestro destino. En el camino y desde el autobús, pudimos observar una bandada de Mississippi Kite (Ictinia mississippiensis) en plena migración, un ejemplar de Plain-breasted Ground-Dove (Columbina minuta), una pequeña palomita que no se ve con frecuencia en otros sitios, un par de Harris’s Hawk (Parabuteo unicinctus), Ruddy-breasted Seedeater (Sporophila minuta), un lifer para muchos; así como varios grupos de Dickcissel (Spiza americana).

Llegando por fin a la Reserva El Jicarito, el famoso calor del sur se hizo sentir, pero esto no impidió que disfrutáramos de la belleza del paisaje y de la abundante variedad de especies de aves acuáticas y playeras. Entre estas pudimos observar Double-striped Thick-knee (Burhinus bistriatus), Black-necked Stilt (Himantopus mexicanus), Whimbrel (Numenius phaeopus), Pectoral Sandpiper (Calidris melanotos), Spotted Sandpiper (Actitis macularius), Greater Yellowlegs (Tringa melanoleuca), y Lesser Yellowlegs (Tringa flavipes); todas estas especies en compañía de otras, como Caspian Tern (Hydroprogne caspia), Wood Stork (Mycteria americana), Anhinga (Anhinga anhinga), White Ibis (Eudocimus albus), Yellow-crowned Night-Heron (Nyctanassa violacea), y las muy llamativas, Roseate Spoonbill (Platalea ajaja).

Fotografía 1: Panorámica de la reserva El Jicarito. Foto: Diana B. Raudales©.

Antes de regresar al autobús, hicimos una corta caminata por un camino entre los manglares. En este punto, había tantas aves brincando de rama en rama que fue difícil concentrarse en una sola. Destacaron especies como Mangrove Vireo (Vireo pallens), Yellow Warbler (Mangrove) (Setophaga petechia), y Ladder-backed Woodpecker (Dryobates scalaris). Después de un merecido y necesario almuerzo, emprendimos el camino de regreso a Santa Ana, pero antes visitaríamos un par de sitios más.

Fotografía 2: Nuestros guías, John van Dort y Roselvy Juárez, observando aves con algunos de los miembros de los diferentes clubes de observación de aves. Foto: Diana B. Raudales©.

Hicimos una parada en el puente sobre el río Choluteca, nuestros guías sugirieron buscar una pequeña rapaz, muy propia del sur; el Pearl Kite (Gampsonyx swainsonii). Y sí, perchado en lo más alto de un árbol distante, lo encontramos. También vimos otras aves interesantes en este lugar.

Finalizamos la jornada visitando la salinera “La Ostia”, aquí pudimos encontrar ejemplares de varias especies, entre ellas, Wilson’s Plover (Charadrius wilsonia), Least Sandpiper (Calidris minutilla), Semipalmated Plover (Charadrius semipalmatus), Semipalmated Sandpiper (Calidris pusilla), Spotted Sandpiper (Actitis macularius), Whimbrel (Numenius phaeopus), Willet (Tringa semipalmata), y otras. Tuvimos la suerte de escuchar y ver una pareja de Mangrove Rail (Rallus longirostris), escondidos en la espesura de los manglares.

El sol se ocultó, no sin antes regalarnos un atardecer espectacular; y cansados pero muy contentos regresamos al hospedaje. Este es el tipo de experiencias que nos hacen tener una nueva comprensión sobre las aves, nos hace valorarlas y querer protegerlas.

Fotografía 3: Individuos de Yellow-crowned Night-Heron (Nyctanassa violacea), Willet (Tringa semipalmata), Whimbrel (Numenius phaeopus) y Wilson’s Plover (Charadrius wilsonia). Foto: Diana B. Raudales©.

Fotografía 4: Individuos de Black-necked Stilt (Himantopus mexicanus). Foto: Diana B. Raudales©.

Listados en eBird:

https://ebird.org/view/checklist/S48578568

https://ebird.org/view/checklist/S48578566

https://ebird.org/view/checklist/S48578574

https://ebird.org/view/checklist/S48578577

https://ebird.org/view/checklist/S48578583

https://ebird.org/view/checklist/S48578588

https://ebird.org/view/checklist/S48578594

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