Una prioridad de la gestión de Aves Honduras en 2024 ha sido la expansión de la red de “Santuarios Aves Honduras”. Hasta ahora Aves Honduras cuenta con cinco santuarios, de los cuales cuatro fueron establecidos en julio 2023, y uno en febrero 2024. En marzo de 2024, se firmó un nuevo convenio con BirdLife International para que se expandiera la red de santuarios, con una meta de tener 15 antes de finalizar el año. Para liderar este proyecto, Sandy Pereira se unió al staff de Aves Honduras como directora de conservación.
En julio, Sandy hizo un tour por la costa Norte, dando seguimiento a conversaciones iniciadas el año pasado, para establecer santuarios en la cuenca del Río Cangrejal y en la Laguna de Cacao, ambos sitios en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Nombre de Dios, departamento de Atlántida. También visitó otras propiedades en Atlántida, socializando la iniciativa de Santuarios con los gerentes de The Lodge at Pico Bonito y el director del Jardín Botánico Lancetilla, ambos destinos muy populares entre los practicantes de aviturismo. Además de estos posibles santuarios, Aves Honduras recientemente recibió propuestas de nuestros miembros, para establecer santuarios en una propiedad colindante al Parque Nacional Pico Bonito, y otra cercana a la Reserva de Vida Silvestre Texiguat.
La primera semana de octubre es un feriado en Honduras, conocido como la “semana morazánica”, y decidí aprovechar el feriado para visitar varios de estos sitios potenciales para nuevos santuarios Aves Honduras en Atlántida, y uno en Colón. Llevé a mi esposa Lorena, y también Kendy Doblado, una bióloga que recientemente se ha incorporado al equipo de Aves Honduras, para conocer estos posibles santuarios. Una vez en La Ceiba, se incorporó a las visitas de campo mi amigo Kelvin Bodden, experimentado guía de aviturismo, y quien es uno de los directores de Aves Honduras.
El miércoles 2 de octubre salimos del campus de la Universidad Zamorano, donde soy un profesor de ecología y manejo de áreas protegidas. Kendy se unió al viaje una hora más tarde cuando pasamos por Tegucigalpa. Por el feriado, hubo bastante tráfico, y tardamos siete horas para llegar a la ciudad de Tela, llegando justo a tiempo para cenar en el restaurante y hotel Maya Vista. Allí mismo nos hospedamos, y en la mañana, tuvimos una vista preciosa de la ciudad de Tela y el tranquilo mar Caribe, en la costa Norte de Honduras. De hecho, hicimos una primera observación de aves, desde la plataforma de observación en el techo del hotel, en su quinto piso. Mayormente vimos aves “de ciudad”, pero un par de aves migratorias llegó a la copa del gran árbol de mango justo a la par del techo, y además pudimos identificar garzas y unos Soldaditos (Himantopus mexicanus, un ave playera) en una pequeña laguna atrás de la playa, visible desde nuestra torre.
Parada #1–Jardín Botánico Lancetilla
El jueves, 3 de octubre, nuestra primera visita fue el Jardín Botánico Lancetilla, ubicado en las afueras de Tela. Allí nos esperaba con brazos abiertos Jonathan Hernández, director del jardín botánico. Nos confirmó el gran interés de impulsar el aviturismo en el jardín, y el interés de la Universidad Nacional Forestal (UNACIFOR), propietario, de que todo el jardín botánico sea declarado un Santuario Aves Honduras. La zona completa incluye aproximadamente 1,700 hectáreas, no solo el arboretum sino también las plantaciones abandonadas de caoba y rambután un bosque húmedo tropical en la zona “núcleo” que forma parte del sistema nacional de áreas protegidas de Honduras. Lancetilla ha sido el centro del Conteo Navideño de las Aves de la Bahía de Tela durante décadas, obteniendo así un lugar en la historia de la ornitología hondureña. Jonathan compartió su visión de establecer un laboratorio de ornitología de campo, y de aumentar el papel del jardín en educar acerca de las aves a los aproximadamente 84 mil visitantes anuales, mucho de los cuales son niños escolares, procedentes de casi todo el país. Actualmente, la oficina legal de UNACIFOR está revisando la propuesta de convenio que firmará con Aves Honduras para establecer el santuario en Lancetilla.
Parada #2—The Lodge at Pico Bonito
Salimos de Lancetilla un poco antes de las 10 de la mañana, y nos dirigimos al este. Teníamos una reservación para almorzar en The Lodge at Pico Bonito a las 11:30. Allí nos encontraríamos con Kelvin Bodden, y almorzaríamos junto con Enrique Graugnard, el gerente de The Lodge at Pico Bonito. Este hotel, o más bien ecolodge, está conocido cariñosamente por muchos observadores de aves como, sencillamente, The Lodge. Este ecolodge fue el primero en Honduras que ofrecía tours para avituristas, y hacía promoción de este servicio en el exterior desde hace unos 20 años, pues rápidamente se ganó una reputación como el principal destino para observar aves en el país. Operadores internacionales llevaban grupos de avituristas al Lodge, un hotel de 4 o 5 estrellas, con cabañas de lujo y un chef gourmet. No solo caminaban senderos que se dirigían al Parque Nacional Pico Bonito, también hacían viajes de día a ver el Colibrí Esmeralda Hondureño en el Valle de Aguán (cerca de Olanchito), la Garza Vientre Castaño y el Patito Sol en la Reserva de Vida Silvestre Cuero y Salado, y las boas rosadas y Paloma Caribeña en los Cayos Cochinos.
Durante el almuerzo, Enrique, el gerente del Lodge, nos confirmó su deseo de transformar the Lodge y su propiedad en un Santuario Aves Honduras. La propiedad se ubica colindante al parque nacional Pico Bonito (los senderos entran al parque nacional) y los propietarios de la empresa que maneja The Lodge están comprometidos a conservar el bosque. Es uno de los mejores lugares, si no el mejor, para ver la Cotinga Azul Bella en Honduras. Hace unos años, The Lodge dejó de ofrecer giras para ver aves, pero siempre da la bienvenida a guías de aviturismo que llevan grupos. Enrique espera que la creación de un Santuario Aves Honduras ayudará estimular la promoción de The Lodge como destino de aviturismo nuevamente. Nos dijo que gestionará la firma del convenio entre Aves Honduras y el representante legal de la empresa.
Después del almuerzo en The Lodge, Kelvin y yo fotografiamos colibríes en los comedores para colibríes y aves en unos árboles frutales en el jardín atrás del restaurante. Llevamos a Kendy a conocer la torre de observación, donde hay una vista tanto de bosque (en el parque nacional) como de la planicie costera. Actividad de aves fue baja, por la hora, pero encontramos una araña espectacular en las flores próximas a la torre.
Parada #3—Cuenca del Río Cangrejal
Continuamos al viaje hacía La Ceiba, y pronto nos encontramos subiendo una calle de tierra paralela al río Cangrejal. Este río es famoso por turismo de aventura, ya que mucha gente lo navega en kayak o balsas. Siendo un día feriado, la calle estaba congestionada con carros, y vimos en algunos sitios el río lleno de bañistas. El río ocupa un cañón amplio con montañas altos e inclinados a ambos lados, cubiertos con selva lluviosa. Al lado occidente del río se encuentra el Parque Nacional Pico Bonito y al lado oriente la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Nombre de Dios. Hay varios pequeños lodges o hoteles, y nos dirigimos a uno. La Villa de Soledad es un hermoso hotel “precioso”, a unos 8 km arriba en la cuenca (al sur) de La Ceiba. Por muchos años la Villa ha apoyado a Aves Honduras con una membresía institucional, y hoy decidimos hospedarnos allí, y platicar con sus dueños John y Soledad Dupuis. John ha sido presidente de la Cámara de Turismo de La Ceiba y es muy conocido entre los expertos en turismo. Llegamos al hotel con suficiente tiempo para hacer una lista de aves en eBird para el hotspot de la Villa de Soledad.
El viernes en la mañana hice otra lista de aves en eBird, tuvimos un gran desayuno (la Villa es un Bed and Breakfast), y partimos a las 7:30 am para nuestro próximo destino, la Quinta Leony Lodge “Hummingbird Paradise”.
Parada #4—Quinta Leony Lodge, Hummingbird Paradise
A las 8:30, nos reunamos otra vez con Kelvin, ahora acompañado por Isabel Martínez. Nos recibieron Leony Orellana y su esposo Osmar Nolasco, quienes recientemente se convirtieron en miembros vitalicios de Aves Honduras. Son propietarios de un bosque y una plantación abandonada de rambután, ubicados entre la carretera a Tela y el Parque Nacional Pico Bonito. La propiedad colinda con el parque nacional, y ayuda extender el bosque hacía la costa. Forma parte de un corredor biológico que conecta el P.N. Pico Bonito con la R.V.S. Cuero y Salado, unos kilómetros al norte, en la costa caribeña.
Leony nos guió en un sendero hacía la montaña, e inmediatamente empezamos a detectar muchas aves. Vimos varias aves migratorias, como Chipe Cola Fajeada, y también aves residentes como Perlita de Ceja Blanca y Vireoncillo Menudo. Vimos Monos Carablanca también. Tuvimos poco tiempo para ver el bosque, pero se notaba una gran riqueza de aves y mariposas, y estoy seguro detectamos menos de 10% de sus especies. Leony y su esposo esperan desarrollar un proyecto de ecoturismo en su propiedad, la cual ellos han protegido durante más de 25 años. Aunque este sitio hasta ahora no ha sido un destino para aviturismo, vemos mucho potencial, y estamos contentos de que desean ingresarla en el programa de Santuarios Aves Honduras. De hecho, aprovechamos la visita para dejar con ellos copias físicas del convenio de largo plazo que esperamos firmar con ellos, para dar otros 20 años de protección al bosque y fomentar su propiedad como un destino para el aviturismo.
Salimos de la Quinta Leony Lodge Hummingbird Paradise a las 11:00 y regresamos a La Ceiba, donde dejamos a Kendy en una estación de buses. Ella regresó a Siguatepeque para poder participar en una gira de observación de aves en la mañana, organizado por el Club de Observación de Aves Siguatepeque, con apoyo de Aves Honduras. En La gira visitaría uno de los primeros Santuarios Aves Honduras, el Bosque Dorado, en la zona de amortiguamiento de la Reserva Biológica Montecillos, al lado sur de Siguatepeque, departamento de Comayagua. Pero nosotros y Kelvin teníamos otra cita esta tarde, con Chris Staurovsky, el nuevo dueño del famoso, pero cerrado, Río Santiago Nature Lodge, en La Masica, Atlántida al lado occidente del Parque Nacional Pico Bonito. El plan era almorzar una vez más en The Lodge at Pico Bonito con Chris, y Olbin Bejarano, un guía de aviturismo y un socio de Chris en el nuevo proyecto de Río Santiago.
Parada #5—Río Santiago Nature Lodge
En realidad, no visitamos Río Santiago, más bien nos reunimos con sus nuevos administradores. El lodge en Río Santiago se había cerrado hace ya varios años después que se falleció su propietario principal. A las 12:30, nos encontramos nuevamente en The Lodge at Pico Bonito, y tuvimos la reunión con Chris Staurovsky, un dedicado observador de aves procedente de California, Estados Unidos. Para Chris y para mí, era literalmente una reunión, porque nos habíamos conocido en 2016, hace más de ocho años, cuando Chris vino por primera vez a Honduras.. Su primera experiencia, durante un evento conocido como Honduras Birding for Conservation Tour, había impresionado a Chris tanto que ha decidido invertir en su nuevo emprendimiento en Honduras, y relanzar Rio Santiago como un destino para aviturismo. Esta vez, quiere hacerlo con el apoyo de Aves Honduras. En agosto, Chris se convirtió en un miembro vitalicio de Aves Honduras, y nos externó su compromiso de entrar en el programa de Santuarios Aves Honduras con el proyecto en Río Santiago. Serán otras 62 hectáreas de bosque húmedo tropical, colindante con el Parque Nacional Pico Bonito que formarán parte del programa de santuarios. Esperamos que pronto tenga toda la documentación lista para poder proceder con firmar un convenio para conservar el bosque durante los próximos 20 años, y si todo va bien, mucho más.
Después del almuerzo, no pudimos despedirnos sin primero echar un vistazo al jardín para ver cuales especies de aves estaban presentes. Observamos un Picapiedras Común, una especie de búho, que llamaba la atención de varias especies de colibríes, incluyendo la elegante Colibrí Corona Púrpura. Amenazaba llover, por lo cual nos dirigimos al parqueo y justo en la entrada, Kelvin me llamó. “Un Veery” exclamó, usando el nombre inglés para el Zorzalito Rojizo. “Mira el charco en medio de la calle”. Cabal en la calle, vimos dos, luego tres y luego cinco zorzalitos, llegando a tomar agua y bañarse en unos pequeños charcos. Me emocionaba mucho, porque nunca había visto un Zorzalito Rojizo en Honduras, o en otro país de Centroamérica. Es una especie común de los bosques templados y boreales del noreste de Estados Unidos y el sur de Canadá. A pesar de que pasan cientos de miles a Suramérica cada otoño (y regresan cada primavera), la especie se reporta muy poco en Honduras y yo nunca había visto uno en el país.
Me fijé en los otros zorzalitos, y exclamé “Miren, el Veery anda con un Zorzalito de Anteojos y un Zorzalito Cachete Gris”. De hecho, eran dos de esta última especie, y también dos Veery. El Zorzalito Cachete Gris es otra especie que anida en los bosques boreales de todo Canadá y Alaska, y migra hasta Suramérica. Chris se emocionó al verlo—resultaba ser una especie “lifer” para él. Pues esperamos que nuestra suerte con los zorzalitos sea un buen augurio para nuestra futura colaboración.
Nos salimos del Lodge, todos emocionados por el hallazgo de los zorzalitos, y por los planes de revitalizar el aviturismo en la zona de Atlántida. Lorena y yo regresamos a la Villa de Soledad, ya que tenemos todavía dos más destinos a visitar mañana, sábado: la Reserva Privada Finca El Carmen en Balfete, Colón, y el Lodge Termas Jilamito en Arizona, Atlántida.
Parada #6—Finca El Carmen
El sábado, 5 octubre, Lorena y yo nos despedimos de la Villa de Soledad y sus propietarios, y nos encontrábamos con Adriana Ramos, administradora (e hija de los propietarios) de la Reserva Natural Privada Finca El Carmen. Es una propiedad en Balfate, departamento de Colón, cerca de Jutiapa, en el límite con Atlántida. Viajamos una hora por carro desde La Ceiba hacia el oriente. La finca tiene una operación ganadera y algunas parcelas pequeñas de cacao y flores tropicales. También tiene más de 100 hectáreas de bosque tropical, con una buena población de monos aulladores y monos carablanca. Los Ramos están convirtiendo la casona de la finca en un lodge, y nos invitaron a un rico almuerzo. No tenemos todavía un estudio completo de las aves de la reserva, pero es evidente que tiene un importante papel en la conservación de la región. Adriana nos expresó mucho interés por parte de su familia de incorporarse en el programa de santuarios.
Parada #7—Rancho San Luis
En el camino de regreso a La Ceiba, y a recomendación de los propietarios de la Quinta Leony Lodge, hicimos una parada en el Rancho San Luis, en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Nombre de Dios. El rancho opera una finca ganadera modesta, con un programa de turismo (cobran una modesta cuota para la entrada). La principal atracción para turistas de la zona es una serie de aulas grandes con animales silvestres rescatados de personas que trataban de mantenerlos como mascotas. También ofrecen un recinto grande con una manada extensiva de venados. Conocimos los propietarios, la familia Ponce, que manifestaron su dedicación al rescate de los animales y sus esfuerzos de conservación de una extensiva parcela de bosque que manejan en las faldas de la cordillera Nombre de Dios. Les dejamos con la información de Aves Honduras y el programa de los santuarios.
Parada #8—Hotel Termas Jilamito
Continuamos el camino, pasando La Ceiba y continuando en dirección de Tela. Sin embargo, en el pueblo de Arizona, nos desviamos al sur, siguiendo calles rústicas y muy rurales que serpentearon entre pequeños potreros ganaderos, siguiendo el río Lean cuenca arriba. Durante 30 minutos, seguimos los rótulos para el Hotel Termas Jilamito, donde teníamos una reservación para quedar la noche. Llegamos justo al final de la tarde, en el atardecer. Nos estaban esperando, y nos dieron una cabaña bonita construida sobre un pequeño muelle en una laguna asociada con las aguas termales.
Domingo en la mañana, Lorena y yo exploramos la propiedad extensa del hotel Termas Jilamito. El hotel es un miembro institucional de Aves Honduras, y promocionan a sus visitantes la actividad de observación de aves. Nos daba curiosidad ver las especies que ocupan el bosque, ya que no hay todavía un hotspot en eBird (iniciaré uno con mis observaciones de esta visita). Encontramos unas 8 o 10 manzanas de bosque húmedo, mezclado con arbolitos de cacao y rambután, y algunas otras especies exóticas (como teca). La observación de aves fue fructífera, con casi 60 especies. Vimos muchas aves migratorias. Estos tipos de parches de bosque, rodeados por un paisaje agrícola, son muy cotizados por las aves migratorias, como vireos, chipes, zorzalitos de Swainson, y chorchas de Baltimore. También vimos Scarlet Tanager y Summer Tanager. El hotel es relativamente cercano a la Reserva de Vida Silvestre Texiguat, por lo cual espero que en el futuro se gestione un sendero o acceso para visitar este hermoso, pero difícil de acceder, hotspot para la biodiversidad.
Luego de conocer el Hotel Termas Jilamito, nos tocaba un viaje de ocho horas para regresar a casa, en el campus de la Universidad Zamorano. Durante la semana morazánica, conocimos a siete sitios en Atlántida y uno en Colón. Todos tienen su valor para la conservación de las aves, y algunos espero conviertan pronto en Santuarios Aves Honduras.
Oliver Komar es presidente del Consejo Directivo de Aves Honduras, y co-autor de la guía Peterson para las aves del norte de Centroamérica.