David Meza
Aldea Las Metalias está a unos 20 minutos de Tela, Atlántida, en una región naturalmente privilegiada, en el corazón de un paisaje tropical vibrante. Aquí se ubica el Santuario Aves Honduras Finca Ramírez-Fleumer. Este sito está llamado a convertirse en un destino imperdible para los amantes de la naturaleza y la conservación. Este Santuario destaca por el compromiso de sus propietarios con la sostenibilidad y la regeneración del entorno natural, a través de un estilo de vida en armonía con el ambiente.
Un hogar para la biodiversidad
Hoy en día la Finca Ramírez-Fleumer aún puede considerarse como un sitio inexplorado. Sin embargo, en apenas dos visitas realizadas (una por mí y otra por Oliver Komar y Nic Zimmer), se han registrado unas 70 especies de aves en eBird. Esto demuestra que si es un refugio para diversas especies, con potencial para albergar representantes endémicos regionales y migratorias. Ofrece a los observadores de aves una excelente oportunidad para descubrir, fotografías y registrar biodiversidad. Este santuario también alberga una rica variedad de fauna, incluyendo osos perezosos, monos aulladores y monos cara blanca, que encuentran aquí un entorno seguro y propicio.
El bosque tropical que forma parte de la propiedad aporta un ecosistema valioso. Contribuye al equilibrio ecológico en una región históricamente de selvas exuberantes, pero que a partir de los años sesenta, el uso del suelo cambió por los extensos cultivos de palma africana promovidos en la región. Aún así, este espacio, lleno de vegetación exuberante y vida silvestre, brinda la oportunidad de disfrutar de caminatas, fotografía de la naturaleza y la contemplación tranquila de un mundo natural en pleno proceso de regeneración y con áreas aún prístinas.
Producción sostenible y autosuficiencia
Uno de los aspectos más inspiradores de la Finca Ramírez-Fleumer es el enfoque en la autosostenibilidad de sus propietarios. En La finca se producen deliciosos frutos como rambutanes, cacao y mangostines, reconocidos por su sabor. Algunos de ellos son vendidos en el mercado hondureño, otros, como los mangostines son de exportación y otros productos como el cacao son procesados aquí mismo. Estas actividades agrícolas y productivas contribuyen a sostener los esfuerzos de esta familia por cuidar y proteger su espacio.
También están transformando sus plantaciones de palma africana. Este cultivo, tradicionalmente asociado con la deforestación y la degradación ambiental, está siendo gradualmente reemplazado por bosque con características más parecidas a las originales, mediante un proceso de regeneración natural. Este esfuerzo no solo mejora la calidad del suelo y la biodiversidad, sino que también simboliza el compromiso de los propietarios con un futuro más sostenible.
Los propietarios te esperan con entusiasmo
Este Santuario Aves Honduras cuenta con una hermosa cabaña, para unas 6 a 8 personas, muy bien equipada y acogedora. Podrás traer tus insumos y cocinar aquí. Entre las actividades actualmente disponibles son: recorrer la propiedad para apreciar los paisajes y biodiversidad, disfrutar de un pequeño pero delicioso menú preparado por los propietarios, disfrutar de la atención personalizada y entusiasta de sus propietarios Jorunn y Gustavo; participar en la cosecha de los frutos que se producen aquí; también podrás alimentar a los ovejos y vacas o simplemente disfrutar de un ambiente silencioso, rodeado de naturaleza.