Contribuidora de la nota: Jenny Cerrato, Coordinadora del Club de Observación de Aves Coas Copán.
En la medida en que los espacios naturales disminuyen, un mayor número de aves se ven obligadas a desarrollar parte de su rutina diaria en la ciudad, por ejemplo, buscar espacios temporales de anidación, o incluso se adaptan para desarrollar en ella todas las facetas de su vida desde alimentarse, hasta reproducirse. Los jardines, los árboles de los parques, algunos edificios y techos, incluso las marañas de cableado, pueden ofrecer refugio y seguridad a muchas aves, incluso de depredadores comunes, permitiéndoles vivir un poco más.
Algunas especies logran desarrollar poblaciones grandes y muy competitivas, que se acostumbran a la cercanía de las personas, adaptándose ágilmente a los ritmos de vida de las ciudades, y Santa Rosa de Copán, no es la excepción. La denominada Sultana del Occidente de Honduras, es una ciudad tranquila, de corte colonial y con mucho crecimiento, que además de acoger a personas oriunda desde diferentes puntos del país, también acoge a un grupo nutrido de aproximadamente 100 especies de aves, que habitan desde las zonas más urbanas hasta los sectores más boscosos y rurales.
El municipio de Santa Rosa de Copán es la principal zona de influencia del Club de Observación Coas Copán. Este año sus integrantes han puesto especial interés en documentar las especies que se concentran en la parte más urbana de la ciudad. Hasta el momento se han identificado más de 30 especies, pero en esta ocasión compartimos algunos detalles de las que más habitualmente se pueden observar con el fin de motivar a que más personas se integren a la interesante dinámica que es la observación de las aves de nuestro entorno.
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