Contribuidor de la nota: Oliver Komar, Presidente de la ASHO, y Profesor de Ecología, Departamento de Ambiente y Desarrollo, Universidad Zamorano, Francisco Morazán, Honduras.
¿Cuál es la distribución del cuco faisán en Honduras? ¿Es extensa o pequeña? ¿Es fragmentada, o bien conectada? ¿Los cuco faisanes en la Cordillera de Merendón, arriba de San Pedro Sula, son parte de la misma población que existe en las montañas arriba de Danlí, cerca de la frontera de Nicaragua? En ecología, una población es definida por el potencial de reproducción entre los miembros (Smith y Smith 2006). Pues si una hembra cuco faisán originaria de Merendón puede escoger una pareja originaria de Danlí, son de la misma población, algo que parece poco probable. Además, las poblaciones presentan tasas de cambio poblacional homogéneo. Pues si las presiones en El Paraíso (cerca de Danlí) sobre cuco faisanes son distintas de los de Merendón, y un grupo de cuco faisanes de El Paraíso tiene una tasa de crecimiento (o declive) independiente del grupo en El Merendón, podemos considerar que son dos distintas poblaciones. En este caso, y si existe ocasional flujo genético (dispersión de individuos) entre las dos regiones, pueden ser dos poblaciones dentro de una sola “metapoblación”.
Quizás pensabas que la distribución de las aves es bastante bien conocida, y que se puede simplemente consultar una guía de las aves, o quizás los mapas en eBird, para conocerla. En realidad, hay mucho que aprender todavía sobre la distribución de las aves en Honduras, y en cualquier país. Los mapas publicados en las guías son nada más que estimaciones, o si prefiere, podemos llamarlos hipótesis hecho por los autores de los mapas. Si estudiamos mapas en eBird a detalle, nos damos cuenta qué hay muchos cuadrantes con pocos datos todavía, y surgen dudas sobre la verdadera distribución de muchas especies. Una de estas especies es el enigmático cuco faisán, Dromococcyx phasianellus por su nombre científico, o Pheasant Cuckoo en inglés. Es una especie grande, pero sorprendente precavida y difícil de observar. La mayoría de los reportes se hacen en base de escuchar su canto, sin ver el ave cantora. Y como muchas aves, solo se pone a cantar de vez en cuando. Pues, algunos de los cuadrantes que no muestra presencia del cuco faisán pueden ser en realidad incluidos dentro de la distribución, aunque no presentan registros. Este puede ser el caso especialmente en regiones con poca observación de las aves, como en la región fronteriza con Nicaragua. No es sorprendente, entonces, que los mapas publicados en guías de campo, como Gallardo (2014), Fagan y Komar (2016) o Vallely y Dyer (2018) presentan mapas que parecen incluir zonas dónde ningún cuco faisán ha sido reportado en eBird (Fig. 1).
Un problema es que cada guía de campo presenta mapas diferentes. ¿Cuál es la mejor? Se supone que, con el tiempo, los mapas podrían mejorarse, acercando más y más a la verdadera distribución de una especie. El mapa de Gallardo (2014) predice que hay solo una población en Honduras, con aproximadamente 60% del país incluido en la distribución del cuco faisán. Incluye una región fronteriza con Nicaragua, y muestra un punto más al sur en el departamento de Choluteca, fuera de la distribución continua (Fig. 1A). No es claro si es una segunda población o posiblemente una observación de un dispersador vagabundo.
El mapa de Fagan y Komar (Fig. 1B) sugiere que hay dos poblaciones en el país: una en una banda en zonas montañosas del norte del país, que extiende desde la Cordillera de Merendón, fronterizo con Guatemala, hasta las montañas al sureste de Trujillo. Una segunda población se encuentra en las montañas fronterizas con Nicaragua en los departamentos de El Paraíso y Choluteca. Una tercera población parece ocupar un sitio o una región en el oriente de El Salvador cerca de la frontera de Honduras (departamentos de La Paz y Valle).
El mapa más reciente, de Vallely y Dyer (2018), combina estas tres poblaciones en una sola (Fig. 1C). Esta población se extiende desde el oriente de El Salvador a la zona norcentral de Nicaragua y luego hacia el norte a la costa del Caribe al este de Trujillo, cubriendo las selvas de La Moskitia. Incluye todo el centro de Honduras, y la mayor parte del occidente, desde Copán hasta la región del Puerto de Cortés, incluyendo la Cordillera de Merendón. Sugiere que el cuco faisán ocupa 80 a 90% de Honduras.
¿Será que podemos determinar si hay una sola población, como sugiere el mapa de Vallely y Dyer, o tres poblaciones, como sugiere el mapa de Fagan y Komar? Estudiamos el mapa de eBird en mayor detalle. Si consideramos solo cuadrantes contiguos como parte de la misma población, el número de poblaciones podría ser mucho mayor. Este ejercicio sugiere que hay por lo menos seis poblaciones, sin tomar en cuenta la Cordillera de Merendón u otros cuadrantes aislados en el mapa (Fig. 2A). Esta hipótesis asume que la población actualmente está muy fragmentada. También que aves encontradas dentro de una distancia de hasta 30 km aproximadamente, son suficientemente cercas para encontrarse durante la época reproductora (para formar parejas). Por otro lado, asume que localidades dentro de un solo cuadrante, o sitios con solo uno o pocas observaciones, no representan poblaciones sino posiblemente son aves dispersadoras afuera de su distribución normal. Así si pudiera explicar un reporte en el Parque Nacional Pico Bonito cerca de La Ceiba, Atlántida, y también el reporte de Choluteca en el sur de Honduras.
Una hipótesis alternativa (Fig. 2B) es que algunos cuadrantes vacíos en realidad pueden tener cuco faisanes, pero sufren de poca cobertura en la base de datos de eBird. Es decir, pocos observadores de aves visitan los cuadrantes para reportar sus aves en eBird y sus inventarios son incompletos. Si asumimos que un cuadrante vacío que tiene cuadrantes ocupados en dos lados es en realidad un cuadrante ocupado, podemos dibujar un mapa que demuestra solo tres poblaciones (Fig. 2B). Algo curioso es que la distribución de estas tres poblaciones es bastante distinta de la hipótesis en el mapa de distribución publicado por Fagan y Komar (2016), presentado en Fig. 1B.
Los usuarios de eBird, es decir observadores de aves, y los miembros de la ASHO y sus clubes, pueden contribuir datos en el futuro que nos ayude comprender mejor la distribución del cuco faisán en Honduras. Hay muchas dudas todavía, como conocer el número de poblaciones. Ninguna de las hipótesis en Figura 2 incluyen los extensos bosques del sur y este de Olancho o Gracias a Dios. Considerando que hay algunos reportes de cuco faisán en el norte de Nicaragua, es posible que esta región extensa tiene una población de cuco faisán, potencialmente conectando la población del norte de Olancho con la población de El Paraíso.
Por otro lado, también es posible que las propuestas de poblaciones en Figura 2 no reflejan adecuadamente la verdadera fragmentación en la distribución de la especie. Quizás no es justificado combinar fragmentos de población del sur de La Paz, cerca de la frontera de El Salvador, con los cuco faisanes que viven al noroeste en Intibucá y Lempira, o al norte en Santa Bárbara. Estas dudas se resolverán combinando las futuras observaciones de cientos de usuarios de eBird. Especialmente importante será observaciones de aves en los cuadrantes que actualmente no tienen reportes de cuco faisán.
El uso de mapas de eBird es un buen ejemplo de cómo la ciencia ciudadana pueda contribuir a la ciencia de ornitología. Por ejemplo, los mapas de eBird fueron consultados en el momento de preparar los mapas para los guías de campo citados en este artículo. Seguramente, seguirán siendo de mucha importancia para nuevas guías en el futuro y para cualquier otro análisis de la distribución de las aves.
Literatura citada
Fagan, J., & Komar, O. (2016). Peterson field guide to birds of northern Central America. Houghton Mifflin Harcourt.
Gallardo, R. J. (2014). Guide to the Birds of Honduras. Mountain Gem Bird Tours.
Smith, T.M., & Smith, R. L. (2012). Ecología, 6ta edición. Pearson.
Vallely, A. C., & Dyer, D. (2018). Birds of Central America. Princeton University Press.