¿Qué sucede con las aves durante los huracanes y tormentas tropicales?

Autor de la nota:

David Meza

Repercusiones de la Tormenta Sara

La Tormenta Tropical Sara está dejando hasta la fecha más de 120,000 personas afectadas (el número aumenta cada hora), principalmente en la zona norte de Honduras. Hemos visto inundaciones en ciudades como La Ceiba, Tocoa, San Pedro Sula; reportes de derrumbes, deslaves, daños severos en puentes y carreteras; también lamentables imágenes de familias perdiendo sus bienes y sufriendo los efectos de las intensas lluvias. Honduras se ubica en una región vulnerable al sistema climatológico imperante en el Caribe; solo en 2024, se reportan 18 ciclones tropicales en el océano Atlántico.

Conocemos las repercusiones que estos fenómenos naturales causan en nuestra población, infraestructura y economía general. Pero, ¿qué tanto sabemos sobre los efectos directos de tormentas y huracanes sobre la biodiversidad y en especial nuestras aves?

Melodius blackbird / Guachir (Dives dives) pasando una llovizna. Foto: Ingrid Chávez.

La temporada de huracanes, que normalmente va desde mediados de junio hasta noviembre de cada año, coincide con la temporada migratoria de otoño que ocurre de agosto a noviembre. Es de suponer que las casi 200 especies que migran y transitan por Honduras, de una u otra forma, se ven afectadas por estos fenómenos. Estas aves naturalmente enfrentan numerosos retos en su larga trayectoria: gasto energético, factores ecológicos (disponibilidad de alimento, depredadores y competencia) y condiciones climáticas extremas. También sufren la continua disminución y fragmentación de las áreas boscosas que usan para alimentarse y descansar.

Las tormentas tropicales, por la velocidad e intensidad de sus vientos, pueden desviar, acelerar o retrasar a las aves, afectando sus patrones normales en la ruta de migración.  Según la escala Saffir-Simpson, los huracanes alcanzan velocidades desde los 120 km/h (categoría 1) hasta los 252 km/h (categoría 5). Las aves migratorias o nativas que terminan dentro de estos sistemas climatológicos tienen pocas posibilidades de escapar. Las especies migratorias, severamente agotadas y con grandes gastos de energía acumulados, se vuelven más vulnerables. De acuerdo con Kaufman (2017), las especies más pequeñas y medianas son más afectadas porque pierden al control de su vuelo y llegan a estrellarse con árboles, rocas, paredones, edificios o simplemente mueren de cansancio.

Las especies más grandes pueden ser trasladadas grandes distancias a causa de los vientos o porque vuelvan dentro del ojo del huracán donde las condiciones son menos adversas. Existen reportes de aves marinas y acuáticas tropicales arrastradas durante estos fenómenos naturales a regiones continentales o fuera de su rango normal de distribución. Incluso, hay avistadores de aves que aprovechan temporadas ciclónicas para obtener registros raros (Kaufman, 2017).

ave muerta. Sooty Tern. (Onychoprion fuscatus) Foto Oliver Komar
Este Sooty Tern (Onychoprion fuscatus) apareció en un campo agrícola del Valle de Yeguare, depto. de Francisco Morazán (campus de la Universidad Zamorano) en mayo 2022. El cadáver estaba seco y muy deteriorado, y se sospecha que había sido enterrado desde hace meses atrás, y desenterrado cuando se preparaba el campo para sembrar. Esta especie es marina y probablemente fue llevado al interior de Honduras por una tormenta tropical en 2021. Foto Oliver Komar.

Las especies nativas pueden padecer afectaciones diferentes, entre ellas, la pérdida parcial o total de sus hábitats, obligándoles a buscar nuevos sitios, favoreciendo la competencia por nuevos territorios, beneficiando a algunas especies sobre otras. Los fuertes vientos, deslaves, derrumbes e inundaciones repentinas son los principales eventos que afectan y modifican los bosques durante estos fenómenos. Siguiendo a Woodley et al. (1981) los vientos y fuertes lluvias pueden llegar a destruir nidos y matar pichones. También ocurre una interrupción en el proceso de alimentación de los padres a sus crías.   

Si bien las tormentas tropicales y huracanes tienen una duración relativamente corta, sus efectos negativos en la naturaleza, al igual que en las poblaciones y territorios humanos, pueden perdurar por mucho tiempo. Aquí se refuerza la importancia de tener ecosistemas más grandes, más saludables, conectados y diversos, que brinden y aumenten la posibilidad de supervivencia de la biodiversidad posterior a enfrentar los desastres naturales. Los ecosistemas por sí mismos mitigan los efectos inmediatos de estos fenómenos.

Papel de la Ciencia Ciudadana

Se requiere un mayor esfuerzo para conocer la forma en que los desastres naturales afectan a las aves en Honduras. Existen muchas preguntas por responder, por ejemplo, ¿Cuántas y cuáles especies y grupos son las más afectadas?, ¿qué sitios son los más vulnerables?, ¿cómo contribuyen las áreas protegidas y naturales a mitigar estos efectos? La participación de pajareros, biólogos y naturalistas será fundamental para lograr tener respuestas. Los registros de especies migratorias, marinas, pelágicas, playeras, e incluso nativas, fuera de su rango de distribución, en sitios inusuales, en los días y semanas posteriores a las tormentas tropicales pueden ser un punto de partida interesante.

El panorama es prometedor, considerando que estos fenómenos climatológicos regionales tienen repercusiones globales, pues afectan especies nativas de otras regiones del continente. La colaboración entre países será también un factor determinante para aclarar estas dudas y generar insumos para comprender mejor que rol podríamos tener en mitigar estas afectaciones.

Referencias

  • J. D. Woodley, E. A. Chornesky, P. A. Clifford, J. B. C. Jackson, L. S. Kaufman, N. Knowlton, J. C. Lang, M. P. Pearson, J. W. Porter, M. C. Rooney, K. W. Rylaarsdam, V. J. Tunnicliffe, C. M. Wahle, J. L. Wulff, A. S. G. Curtis, M. D. Dallmeyer, B. P. Jupp, M. A. R. Koehl, J. Neigel, y E. M. Sides. 1981. Hurricane Allen’s Impact on Jamaican Coral Reefs. Science. Recuperado de: https://www.science.org/doi/10.1126/science.214.4522.749 el 15 de noviembre, 2024.

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